Fue en Grecia donde, a partir de la actividad de Hipócrates, la medicina comenzó la búsqueda de una explicación racional de las enfermedades, atendiendo a sus síntomas para formular un diagnóstico y ofrecer el tratamiento más adecuado
 La curación de las heridas de guerra impulsó el desarrollo de la medicina. En la imagen, Aquiles vendando las heridas de Patroclo durante la guerra de Troya. Copa de Sosias. Siglo V a.C
.

 

El busto no tiene ninguna inscripción, pero fue identificado como Nefertiti . Llama la atención es la falta de una de sus pupilas y parte de los lóbulos de las orejas. Se dice que estos últimos fueron encontrados pero la pupila no. La pupila del ojo derecho es cuarzo insertado con la pintura negra y fue fijado con cera de abejas. un hermoso perfil,  Ojos almendrados y pintados con el Kohl negro 

 

La máscara de la peste tenía forma de pájaro e identificaba a los doctores que hicieron frente a la pandemia más devastadora de la historia. La peste negra o peste bubónica fue una enfermedad que se extendió por toda Europa en la Edad Media. La enfermedad redujo la población del continente de 80 millones a tan sólo 30 millones en un periodo de seis años (entre 1347 y 1353).

 
 

 

La caída del Imperio Romano significó que muchas de sus prácticas higiénicas pronto se perdieron. Durante la Edad Media, la mayoría de las personas no tenían acceso al agua potable, al baño con regularidad o a un sistema de alcantarillado. El hambre y las enfermedades eran muy comunes. La medicina en la Edad Media estaba dominada por la religión

 

 

 

 

 

 

 

 

En cuanto al conocimiento que poseían los árabes era una medicina en la que los remedios se empleaban sin una base científica; su uso estaba fundamentalmente determinado por la costumbre. En tiempos de Mahoma, él mismo iba a dictar una serie de normas de carácter entre higiénico y sanitario con un alto contenido de tipo religioso. El Profeta parte de la base de que Dios ha creado las enfermedades y al mismo tiempo ha creado un remedio para cada enfermedad.

 

 

 

Diana, hija de Júpiter y Latona era la diosa romana de la luna y la patrona de la virginidad y la caza. También fue reverenciada como la protectora de los niños. Era una Diosa mayor y una de los ‘Dei Consentes’ o Concilio de los Dioses.
Como emblema de la castidad, fue especialmente venerada por jóvenes doncellas, quienes sacrificaban su cabello en honor a esta diosa antes de casarse. Su nombre fue conocido por primera vez como Diviana que significa “brillar”.