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Sobre un caserío indígena asentado por los Yamparas, en la región de los Charcas, los conquistadores españoles, establecieron una villa a la que bautizaron con el nombre de
"La Plata", por la cercanía de las minas de ese metal en los cerros de Porco y Potosí, los pobladores indígenas la llamaron "Chuquisaca".
La historia de "La Plata" o "Chuquisaca" tiene similitud con otras capitales fundadas por españoles establecidos en América, pero también es singular; por su ubicación geográfica constituyó un escenario aislado. Un escenario que, no obstante su pequeñez urbana, tuvo gran importancia. La Plata fue la segunda ciudad del Virreinato del Perú, después de Lima y la segunda ciudad del Virreinato del Río de La Plata, después de Buenos Aires, cuando pasó a su jurisdicción.
Fue sede episcopal metropolitana con la creación del Arzobispado de La Plata en 1609. La Real Audiencia de Charcas con sede en Chuquisaca, durante todo el período colonial, tuvo jurisdicción sobre un extenso territorio de América del Sur, que se extendía de océano a océano, desde Atacama en el Pacífico hasta la desembocadura del río de La Plata en el Atlántico, desde el lago Titicaca, hasta el estrecho de Magallanes, es decir, el territorio que corresponde hoy a las repúblicas de Bolivia, Argentina, Uruguay y Paraguay
Un hecho de capital importancia para la ciudad fue la fundación el 27 de marzo de 1624 la "Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca", por bula del Papa Gregorio XV y Real Cédula de Felipe III, su primer rector fue el jesuita de Don Juan Frías de Herrán
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LA IGLESIA DE SAN LÁZARO Fue la
primera catedral de la entonces villa de La Plata. La iglesia se empezó a
construir el 17 de diciembre de 1544. En la esquina que forma la calle Calvo
y Padilla se encuentra el imponente atrio colonial con una capilla
construida en 1790 por el cura Juan Alejo Zelaya |
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La construcción de este gran templo empezó en 1551 bajo la dirección del arquitecto Juan de Veramendi. Entre 1616 y 1625 se construyó la capilla de la Virgen de Guadalupe, ubicada en uno de sus flancos. La catedral presenta tres naves, con dos portadas de estilo barroco talladas en piedra, una torre de tres cuerpos con terminación en forma de pirámide y una cruz atrial en esquina que puede verse y tocarse. El reloj que se encuentra en la torre fue comprado en Londres en el año 1765 y colocado en su lugar en 1772.
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