Empezó la construcción el año de 1795 y se concluyo en 1799, gracias a la iniciativa de de Fray San Antonio de San Alberto, de orden de los  Filipenses, cuya misión era la oración y la meditación. Es una iglesia que asombra por su belleza y elegancia logradas, pese a la estrechez del terreno donde fue implantada, fue diseñada por el ingeniero militar Joaquín Mosquera y dirigida la obra por el padre Patricio Torrico y Ximenes

"... es de una sola nave, con cúpula sobre sobre el presbiterio y bóvedas de puntas de diamante (arriscares). Tiene dos puertas laterales y una a los pies. La sacristía es de planta cuadrada cubierta con bóveda sobre pechinas...""El material empleado es todo de piedra labrada desde su base hasta las bóvedas de arista que rematan  en una gran cúpula sobre el presbiterio..." El templo es de una sola nave dividida en cuatro tramos, con pilastras incrustadas  en las paredes para reforzarlas externamente. Por el interior se prolonga en arcos de medio punto. El altar mayor está compuesto por tres cuerpos, sobre el primero descansan diez columnas que sostienen al tercer  cuerpo. El espacio central está ocupado por el trono del santísimo sacramento, cerrado por por puertas plegadizas.
Las paredes internas están pintadas al óleo  y sus molduras son doradas. En los espacios que dejan los arcos se pueden ver los cuadros al óleo de Manuel Gumiel. El frontis del edificio está sostenido por dos medios pilares de piedra labrada. Al centro del ingreso hay un arco sobre el que se abre  una ventana de arco escarzano, que proyecta la luz sobre el coro. Dominando el conjunto del frontispicio se alzan dos esbeltas torres hexagonales  con sus campanas, que unen ambas con un arco de medio punto

(Los cimientos de Chuquisaca Pág. 150 SOBOCE 2001)