San Miguel de Tucuman

La Primera Fundación de la Ciudad. 31 de Mayo de 1565.

Fue un 31 de mayo de 1565, cuando el español Diego de Villarroel, por orden del gobernador, Francisco de Aguirre fundó, en un paraje que los indios denominaban “Ibatín” la ciudad de San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión, sin imaginarse, en aquellos momentos que estaba dando vida a la capital de la futura provincia de Tucumán, cuna de trascendentales sucesos de la historia Argentina, La Declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816 y La Batalla de Tucumán el 24 de septiembre de 1812, son dos referencias obligadas para entender la importancia que ha tenido la ciudad de San Miguel de Tucumán en el devenir histórico del país

La Segunda Fundación de la Ciudad. Septiembre de 1685.

Si bien es cierto que la ciudad, creada por Villarroel crecía aceleradamente, los reiterados ataques belicosos de los indios diaguitas, las constantes inundaciones y las fiebres palúdicas; convencieron al Gobernador Díaz de Andino que debía solicitar al Rey Carlos II de España autorización para trasladar la ciudad a su emplazamiento actual, al pie del cerro San Javier. Es así como en septiembre de 1685 se concretó la mudanza por orden del Gobernador Fernando de Mendoza y Mate de Luna. En las primeras décadas del siglo XIX, Tucumán se sumó a los esfuerzos liberadores de los lazos con España. Sus habitantes apoyaron entusiasmados los sucesos de mayo de 1810, de los que surgió el primer gobierno argentino, y se enrolaron en el ejército que formó el General Manuel Belgrano para detener en el norte a los españoles que querían frenar el impulso revolucionario. Fue así como el gobierno tucumano guiado por Belgrano y su tropa, derrotó a los leales de la corona de España en la Batalla de Tucumán librada en su suelo el 24 de septiembre de 1812.

Cuatro años más tarde de la batalla de Tucumán, es decir el 9 de julio de 1816, la Ciudad de San Miguel de Tucumán abrió las puertas de una de sus casas, conocida como “La Casita de Tucumán” o Casa Histórica, para que los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata la utilizasen de congreso y declarasen su independencia de España. el Congreso General Constituyente sancionó la Constitución Nacional a fin de organizar institucionalmente al país, ya que el texto de la Carta Magna se inspiró en el libro “Bases y punto de partida para la organización política de la República Argentina”, escrito por el ilustre pensador y jurista tucumano Juan Bautista Alberdi.

Etimología de Tucumán
No se ha podido establecer con exactitud el verdadero significado de esta voz.
Para algunos historiadores y quizás las más aceptada es la del historiador Manuel Lizondo Borda, que indica que proviene de la voz quechua (idioma oficial del imperio Inca) “yucuman”, que significa "lugar donde nacen los ríos”. 
Para otros historiadores perteneció a la lengua tonocotés (lengua hablada por uno de los pueblos aborígenes que habitaron la provincia) y habría designado el nombre de un pueblo indígena de la región.
Otros la relacionan con el nombre de un Poderoso Cacique llamado “Tucumnhao”, voz quechua que traducida significaría “país del algodón”.
Hay quienes afirman que podría ser una voz de la lengua Kakana (hablada por los indios diaguitas) que significa agua, río o bañado. Aun así podemos encontrar diversas significaciones de la voz Tucumán:
País de los ríos
País de frontera
País de los tucus (luciérnagas)
País del algodón
Fundación y Ciudad Colonial (1565-1810)
San Miguel de Tucumán fue fundado por Diego de Villarroel en 1565 en el sitio de Ibatín con una finalidad militar. Controlar a los pueblos de montaña rebeldes al dominio hispánico. En 1685, vencidos los calchaquíes luego de 130 años de resistencia, los vecinos vínculos a la exportación de ganado al Alto Perú promovieron la idea de mudar de sitios a la ciudad. Las inundaciones, con el consecuente aumento de las fiebres palúdicas, a la que habría estado expuesta la villa fue el principal fundamento de la propuesta, que el Gobernador Fernando de Mendoza y Mate de Luna acepto, ordenando su traslado al sitio de la Toma, su actual ubicación.

Población
Luego del traslado, en la nueva ciudad habitaban 40 vecinos feudatarios con encomienda; entre 60 y 80 pobladores, mercaderes y eclesiásticos; alrededor de 150 mujeres y niños y unos 2.000 indios encomendados (el 60% calchaquíes desnaturalizados), la población se incrementó durante el siglo XVIII y su composición étnica se fue modificando producto de la mestización y un brusco descenso de población indígena ocasionado por la desestructuración social y el impacto de epidemias. A fines del siglo XVIII arribaron a la ciudad nuevos migrantes españoles, quienes se emparentaron con familias de la elite a través de uniones matrimoniales.
La ciudad colonial fue un espacio socialmente estratificado: los europeos eran la casta dominante; los indígenas estaban sometidos al pago de tributos, mitas y malos tratos propios de las encomiendas de servicios personal. Asimismo un sector de la población era de procedencia africana y afro-mestiza, muchos de ellos esclavos, aunque también existían artesanos libertos.