Gurra del Chaco

Las Fuerzas Aéreas en la Guerra del Chaco


 


La situación de las fuerzas.

Tanto Bolivia como Paraguay hicieron grandes esfuerzos por organizar fuerzas aéreas eficaces; pese a ser un país pobre y pequeño Bolivia poseía una Fuerza Aérea Boliviana de cerca de cuarenta aviones, que incluían naves entrenadoras y de transporte. Paraguay podía colocar en campaña alrededor de diez aviones de combate y veinte naves de entrenamiento y transporte.
Al inicio de la Guerra del Chaco, Bolivia contaba con un cuerpo aéreo capaz y unos meses antes del conflicto, desplazaron un grupo aéreo de tres aviones de combate Vickers Vespa, tres bombarderos Breguet XIX, de cinco a seis aviones de combate "Vickers Scout” y un par de Fokker CVs a la zona de Villa Montes, en la frontera del Chaco y las tierras bajas de Bolivia.
El Tcnl Bilbao Rioja tomó el mando de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) en el Chaco a inicios del conflicto y concentró su fuerza en Villa Montes con una base de avanzada en Muñoz.
15 de diciembre 1928 - El primer ataque aéreo en el conflicto del Chaco: el repentino rugir del Fokker CVC al mando del piloto de caza Tte Av Faustino Rico Toro La sorpresiva incursión por un caza boliviano se produjo el 15 de diciembre de 1928, el primer ataque aéreo, preámbulo de la Guerra del Chaco protagonizado por el piloto chicheño Faustino Rico Toro

La Aviación durante la guerra

Faustino Rico Toro, nació en Tupiza (Sud Chichas) el 15 de febrero de 1905, sus padres fueron el Tcnl. José Antonio Rico y su madre doña Teresa Toro. Muy joven ingresó al Colegio Militar del Ejército, egresando de ese instituto en 1924, con el grado de Subteniente de Artillería; dos años después se incorporó a la Escuela Militar de Aviación de El Alto (la Paz) hizo el curso de pilotaje básico y avanzado. Descendiente de los legendarios guerreros chicheños, Rico Toro, estaba predestinado para cumplir las más arriesgadas misiones en la aviación de esa época

En la Guerra, tuvieron acceso al inicio de las hostilidades: Bolivia contaba con 13 aeroplanos de guerra (6 Vickers Vespa, 6 Vickers 143 y 1 Breguet 19); Paraguay  contaba con 15 máquinas (6 bombarderos Potez 25, 7 cazas Wibault 73 y 2 hidroaviones Savoia Machetti de la Marina)

Boquerón:
Este célebre fortín que se ha constituido en el símbolo del heroísmo y la tenacidad del soldado boliviano, fue tomado el 31 de julio de 1932, con la cobertura aérea de una escuadrilla de aviones.
Desde entonces, la aviación boliviana realizaba frecuentes vuelos de exploración, reconocimiento e incluso de hostigamiento a las fuerzas paraguayas, que en grandes masas convergían hacia Boquerón con la resuelta intención de retomarlo.

Los primeros sucesos aéreos
Las naves bolivianas incursionaron contra la base paraguaya en Puerto Casado, esas incursiones provocaron una fuerte reacción por parte del gobierno argentino, motivo por el cual Bolivia canceló los ataques aéreos. Desde ese momento, la FAB llevó a cabo misiones de reconocimiento, patrullaje aéreo y apoyo aéreo cercano.

El día del inicio de la batalla, el viernes 9 de septiembre de 1932, 3 aviones Potez 25 paraguayos fueron sorprendidos en las inmediaciones del fortín por otros 3 aparatos Vickers bolivianos. La sorpresa de los aviadores paraguayos fue mayúscula, puesto que inmediatamente descendieron a ras del monte para darse a una precipitada y desordenada fuga; en ese trance, el My Jorge Jordán inició una porfiada persecución sobre el Potez 25 Nº6, disparándole certeras ráfagas que impactaron en la escurridiza aeronave e incluso en el piloto.

La lucha aérea
La F
uerza Aérea BolivianaDespués de Campo Vía, en ese panorama de pesadumbre, Bolivia tenía un pequeño aliento, la superioridad aérea fue permanente durante todo el transcurso de la guerra. Nombres como el de Bernardino Bilbao Rioja, Hermán Jordán y, por supuesto, el mayor héroe de la aviación boliviana, Rafael Pabón, demostrando una seguridad aérea incontrastable". "Pero es que esos aviones nos sorprendieron a nosotros, y al ver nosotros los aviones corrimos todo el personal técnico a descargar las bombas para que los aviones puedan sin bombas salir, a batallar. Salieron los aviones y los otros empezaron a huir porque nunca los paraguayos han presentado una batalla de frente, siempre han huido. Los perseguidores éramos aviadores  bolivianos".

My Rafael Pabón Cuevas
Nació en el año 1903, se graduó como piloto en EE.UU. en 1926. De regreso a la patria se incorporó a la Escuela de Aviación de El Alto. Batió dos veces el récord sudamericano de altura (10500 m). Actuó en la guerra con singular bravura en las misiones cumplidas en la inmensidad del cielo chaqueño, descubriendo los movimientos de las tropas paraguayas, así como las sendas picadas que ellas trabajaban. Libró los primeros combates aéreos de América; en estos singulares duelos aéreos derribó a varios aparatos.
En septiembre 1932, participo activamente en la captura de Fortín Bogado, también  participo en la defensa de Boquerón, así como en las defensas de Agua Rica, Yujra, Castrillo, Arce, Saavedra y otros fortines

El 12 de agosto de 1934, "pensando en el tercer avión que debía derribar", se inicio el combate aéreo sobre el cielo de Florida, y al medio día el Comando del III Cuerpo recibía éste sensacional parte. "Se ha producido en el cielo de Florida, un combate aéreo. El avión de Pabón, se precipitó a tierra mientras la máquina enemiga descendía envuelta en llamas. Se sintió perfectamente la explosión de las bombas al chocar el avión con el suelo".

El artillero de la nave paraguaya logró alcanzar con una ráfaga a la aeronave de Pabón provocando que perdiera el control de su nave. A pocos metros del suelo Pabón salta del avión, que termina estrellándose y explotando, pero su paracaídas no se acciona golpeándose contra el suelo. Aun logra moverse hasta un arbusto donde agoniza sin esperanza de ser rescatado. La ayuda no llega a tiempo y Pabón fallece aquel día. (12 de agosto de 1934)

Sus restos fueron encontrados al día siguiente, por el soldado Alfredo Knaut Cusicanqui, en Campo Florida y muy cerca también el cuerpo de Calvo que aún agarraba su metralleta, ambos heridos por el impacto, pero no por balas ni fuego. Knaut tuvo que atravesar las líneas enemigas para encontrar el cuerpo de Pabón que fue recuperado exitosamente y repatriado a Bolivia. Rafael Pabón fue elevado al grado de Teniente coronel a título póstumo.