Escudo de Chuquisaca

El escudo está dividido en dos cuarteles, en el superior sobre fondo azul está una corona que representa al rey, debajo de ella está el águila imperial que es el mayor de todos los emblemas; de acuerdo a las leyes de la Heráldica, cuando los reyes otorgaban un escudo, primero averiguaban bien los méritos excelentísimos.

En el cuartel inferior del escudo de Sucre están cuatro torres separadas de a dos por el mástil de la bandera. Las torres significan la valentía y el coraje de las personas que ofrendaron su vida y bienes por la patria, el rey y la ley.

También hay cuatro leones al lado de cada torre; ellos simbolizan la braveza, poder y soberanía.
Debajo de las torres y al centro está una mano armada con guante de fierro llevando la bandera, unos dicen de Jerusalén o la cruz de Borgoña que es la cruz de San Andrés, que levantaban todas las fuerzas leales al rey como estandarte, con el que se identificó la ciudad desde hace más de 400 años

El virrey Marqués de Cañete a nombre del Rey otorgó el escudo, que contiene la historia de lo que ocurrió en el pasado: Sobre el oro la bordura del escudo es de color rojo y allí están diez cabezas que pertenecen a los tiranos que contra la corona real se levantaron en las provincias; la ciudad los venció, juzgó y ejecutó cortando sus cabezas como se acostumbraba entonces por las vilezas que cometieron: Don Sebastián de Castilla, Don García Tello de Vega, Maqueda, Sanzedo, Albán, Pérez, Arévalo, Sepúlveda, Corro y Agasanje.
 

himno a Chuquisaca

 
Letra: Ricardo Mújia
Música: Eduardo Berdecio

Veinticinco de Mayo en Oriente
del sol brilla en el carro triunfal
Deja oh Charcas que irradie en
tu frente de la gloria el laurel
inmortal

Libertad, Libertad es el grito que se escucha
doquier resonar de las grietas andinas al llano.
y del llano a las ondas del mar.
 
A la luz sonrosada de Oriente
que acaricia tu sien virginal
alza oh Charcas dichosa la frente
y recuerda tu gloria inmortal.
 
El pampero le lleva en sus alas hasta el antro
en que ruge el jaguar y en las rocas los nidos
de cóndores se estremecen al oírle vibrar.
 
Libertad, Libertad y descienden
las legiones al campo a luchar;
y sucumben los héroes clamando:
“Nuestra vida por ti, Libertad”.

Vencedoras las huestes altivas forman pueblos,
familias y hogar y en el cielo dibujase el “Iris”
que cobija su dulce heredad
.